Los clientes nuevos son el alma de prácticamente toda empresa. Sin ellos, las marcas se verían obligadas a incrementar sus ingresos únicamente a partir de ventas a sus clientes actuales, tarea que resulta muy ardua.
Por lo general, el primer paso para convertir a un consumidor en cliente es convencerlo de que acepte recibir comunicaciones de su empresa. Esta vía constituye, además, una oportunidad para mantenerlo interactuando después de que ha efectuado una compra; en otras palabras, lograr su lealtad y recordación de marca.
Si sus clientes son también empresas (B2B), es natural que piense que necesita encontrar nuevas compañías a las que vender, pero lo realmente importante es dar con nuevas personas que estén abiertas a escuchar acerca de su empresa, sea que efectivamente se desempeñen en compañías que no son clientes o que se trate de nuevos contactos dentro de organizaciones conocidas; ambas fórmulas son vitales para el crecimiento.
De manera análoga, si sus clientes son personas (B2C), necesitará sumar contactos tanto de segmentos de mercado existentes, como de públicos adyacentes.
Hay muchas formas de crecer. Creemos que la única gran limitación para ampliar su lista de contactos es la creatividad de sus estrategias de marketing; sin embargo, hay cuando menos cinco grandes fuentes de nuevos contactos, que exponemos en éste y en artículos complementarios por venir: